Tarde de sábado y media maraton en la ciudad del zapato, la primera vez que se celebraba en sesión vespertina, algo más habitual en las pruebas valencianas, pero la experiencia no resultó del todo mala, ya que la temperatura era ideal para correr, incluso al final de la prueba el fresquito se hacía notar, al filo de las 19 horas, decir que la prueba comenzó a las 17,30 y constaba que una vuelta pequeña y tres grandes, algo que la hizo muy monótona e incluso a veces aburrida. Allí acudimos cinco compañeros de Apolana (Kiko, Abraham, este humilde redactor, Enrique Colín y Paco Esplá) y un infiltrado (Paco el matao) que no portaba dorsal. De Kiko que hizo 1,22 hasta 1,32 de Paco Esplá ahi estuvimos los demás haciendo lo que pudimos, yo en concreto terminé en 1,29.51 que ya es bastante dados los dolores de espalda que vengo arrastrando y me tienen un poco mermado. Y mañana la II subida y bajada al castillo de Santa Bárbara de Alicante.
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